A veces se piensa que lo que se ve en la resonancia magnética es todo lo que se debe tomar en cuenta para diagnosticar que provoca el dolor de espalda baja y como solucionarlo, pero esto no puede estar más lejos de la verdad. Conoce porque…
Mucha gente me escribe para saber si lo que comparto en Mederix funcionaría para su diagnostico en particular, y si no fuera el caso, que les recomiende algo para mejorar.
Algunos me comparten las imágenes de su resonancia (o la hoja con la interpretación de esta), y otros me mandan mensajes como los siguientes:
“Visité a un neurocirujano el cual me envió una resonancia, el resultado: hernia grado 2 en L5-S1 y hernia grado 1 en L4-L5. Me dice que la primera es de cirugía, pero quiero saber si lo que compartes me funcionará.”
“Me han diagnosticado discoartrosis L3-L4, L4-L5 y L5-S1, leve osteoartrosis en las mismas y una hernia L3-L4, protrusiones L4-L5 y L5-S1 eso en 2018, ahora una espondilolistesis de L2 y me van a volver a repetir resonancia para definir el tratamiento. ¿Lo tuyo me puede ayudar?”
En todos los casos recibo con lujo de detalle los términos médicos que el especialista les mencionó o que resultaron de la interpretación de su resonancia magnética.
Y esto es comprensible, pues todas esas palabras describen con precisión lo que tenemos. Y estamos acostumbrados a que si queremos preguntar sobre algún padecimiento o lesión, debemos usarlas para comunicar con detalle nuestra situación y que la ayuda sea precisa para nuestro caso.
Pero… lamentablemente en el caso de las lesiones de espalda baja esto no es lo más importante.
A pesar de que muchos médicos y fisioterapeutas dan demasiada importancia a estas imágenes/interpretaciones y definen los tratamientos a seguir sin hacer otras pruebas a los pacientes, basar todas las decisiones de tratamiento o rehabilitación (e incluso decidir si se necesita una cirugía o no) unicamente en esto esta mal.
¿Porque esta mal basar un tratamiento exclusivamente en una resonancia magnética?
Por dos puntos.
El primero, es que las resonancias magnéticas únicamente nos muestran las lesiones que existen, pero no nos muestran el mecanismo que las provocó. Esto es algo básico pues para sanar, aún más importante que saber exactamente que tejido esta lastimado, debemos entender cómo se lastimó. Algo que muchas veces parece inexplicable para el ojo no entrenado, por que el daño “apareció de la nada” y no hubo ningún esfuerzo que lo justifique (como cuando se daña poco a poco el disco por movernos con mala técnica en nuestra vida diaria).
El segundo, es que las resonancias magnéticas muestran toda la historia de la espalda baja de un paciente. Es decir, se ve la lesión/condición médica que tiene actualmente pero también todas las lesiones que ha tenido a lo largo de su vida.
Lo que puede provocar que se intente tratar lesiones antiguas que ya están resueltas por el cuerpo y distraerá la atención de atender específicamente lo que está provocando el dolor.
Por ejemplo:
Imaginemos que Juan tiene 34 años y llega al medico con un dolor en el glúteo que le apareció a raíz de un mal movimiento haciendo peso muerto en el gimnasio y tras algunas semanas no desaparece.
El doctor lo escucha, le hace unas pruebas sencillas (“acuéstate y levanta estirada la pierna con dolor”, “tócate las puntas de los pies”, “te voy a presionar a ver si sientes dolor” y algo más) y como no hay señales de que sea algún musculo lastimado, le pide una resonancia magnética para ver si hay una lesión en la espalda que esté causando el dolor.
Tras hacerse la resonancia, la interpretación dice: deshidratación en el disco L3-L4, dos hernias de disco (L4-L5 y L5-S1), una incipiente estenosis foraminal y spondylolysis en la vertebra L4.
En la siguiente consulta, si el medico no hace otra cosa adicional que ver las imágenes y leer el diagnostico, seguramente abrirá los ojos por la cantidad de situaciones encontradas y diría algo como: “tu columna parece de una persona mayor, tienes prohibido hacer esfuerzos para cuidarla y necesitas ir a fisioterapia para ver si podemos evitar una cirugía”.
Pero el problema es que, durante la consulta, nunca se mencionó que Juan practicó gimnasia olímpica cuando era joven (de ahí su estenosis), que a los 25 años jugando rugby lo taclearon por la espalda lo que lo dejó en recuperación 3 semanas pero desapareció y nunca tuvo mayor molestia (de ahí la hernia L4-L5 y la spondylolysis) y que al agacharse siempre lo hace desde la cintura (lo que desde hace años ha deshidratado su disco L3-L4 pero nunca ha provocado molestias).
Es decir, a pesar de que 3 de las 4 cosas vistas en la imagen son viejas y ya están resueltas por el cuerpo (no provocan molestias), por la falta de otras pruebas se piensa que son problemas actuales y se tratará de atenderlos lo que reducirá la probabilidad de éxito de resolver lo que en realidad está provocando el dolor.
La forma correcta de diagnosticar que lesión esta provocando las molestias o dolor
Un especialista en el diagnóstico y tratamiento exitoso de lesiones de espalda baja aparte de escuchar toda la historia y síntomas del paciente, hacer preguntas para conocer otros aspectos importantes y observar al paciente para detectar situaciones que este pudiera olvidar mencionar, hará algunas pruebas físicas para encontrar los movimientos, posturas y cargas que provocan dolor.
Esto le permitirá determinar con bastante precisión:
- Que lesión está provocando el dolor.
- En donde en la espalda baja se encuentra la lesión.
- Los mecanismos que la provocaron (sin importar si fue algo evidente o silencioso)
- Que debería hacer la persona para ayudar a su cuerpo a sanar.
¡Todo esto, antes de ver cualquier imagen o interpretación de una resonancia magnética!
Y cuando se vea la resonancia magnética, podrá saber con precisión cual de las lesiones observadas es la que esta causando problemas en el momento.
Por ejemplo:
Si un oficinista que no hace mucho ejercicio tiene una lesión en la espalda baja y nos cuenta que se le contractura la pantorrilla izquierda, a veces siente que pierde la fuerza en esa pierna, le molesta mucho sentarse por el dolor, al agacharse se incrementa la molestia y por las mañanas amanece más molesto que como esta al terminar del día.
Es probable que tenga una lesión de discal a la altura de L5-S1, cargada del lado izquierdo, pues:
-
- Los nervios de L5-S1 inervan la zona de la pierna que presenta molestias.
- La flexión lumbar que se da naturalmente al agacharse y sentarse migra el núcleo del disco hacia atrás lo que crece la hernia, presionando más los nervios e intensificando los síntomas.
- Al dormir por la noche, los discos se hinchan de agua y crecen de tamaño lo que aumenta la presión de la hernia sobre el nervio. (Si quieres saber más sobre esto, mi articulo sobre “La mejor hora para hacer los ejercicios de rehabiltiación” te puede interesar -clic para ir-)
Todas estas ideas, las confirmará o descartará con algunas pruebas en las que se ponga la columna en distintas posiciones, se hagan diferentes movimientos y se someta la zona a algunas fuerzas controladas para ir determinando un diagnóstico más preciso.
Lo más importante a considerar al momento de definir la rehabilitación
Oye Marcos…
¿Cuál es el tratamiento para una hernia L3-L4?
¿Y si son dos, L3-L4 y L4-L5?
¿Y si son tres, L3-L4, L4-L5 y L5-S1?
¿Y si solo son dos, L4-L5, L5-S1 pero aparte se tiene espondilolistesis en L5?
¿Y si es solo una protrusión L1-L2?
¿Y si es síndrome de disco degenerativo?
¿Y si es disco degenerativo, con estenosis en dos niveles, una protrusión, L3-L4 ,y dos hernias, L4-L5 y L5-S1?
¿Y si aparte la persona tiene sobre peso?
¿Y si es muy delgada?
¿Y si es una mujer de 63 años?
¿Y si es un joven de 19 años?
¿Y si es de ascendencia latina?
Perdón, se que son muchas, pero tenía que mostrar el punto.
Como ves, las combinaciones son interminables y aunque dos personas tuvieran exactamente la misma lesión según lo visto en la Resonancia Magnética, no hemos empezado a considerar otros factores que podrían afectar la ecuación como el peso, el estilo de vida, el trabajo, si se hacen esfuerzos en la vida diaria, la forma del cuerpo, su fortaleza y estabilidad, la genética de la cadera y las vértebras, la técnica de movimiento, etc.
Por eso, al definir un plan de tratamiento para una persona, no se pone tanto énfasis sobre el tejido dañado, sino sobre el mecanismo (movimiento, posición o carga) que daña el tejido para corregirlo, que se deje de lastimar y pueda sanar de forma natural.
Y justamente las pruebas físicas correctas nos enseñarán que movimientos, posturas y cargas producen dolor (es decir -nos lastiman-) y debemos tomar en cuenta al momento de buscar alternativas para realizar nuestras actividades diarias y definir nuestros ejercicios de rehabilitación, para que nuestros esfuerzos ayuden verdaderamente a nuestra espalda baja y que le permitamos, con el tiempo, sanar.
Entonces, como vemos es más importante entender el -mecanismo (movimiento, postura, carga) que nos está lastimando- (para evitarlo) que -la lesión en particular que tenemos-
Por ejemplo:
– Si las pruebas arrojan que alguien es intolerante a la flexión frontal de columna, como parte de su rehabilitación deberá evitar lo más posible sentarse, agacharse, hacer estiramientos de rodillas al pecho, entre otros y deberá aprender como moverse con la columna neutral para hacer su vida diaria sin realizar este movimiento que lastima su espalda baja.
Todo esto, independientemente si su resonancia dice que tiene disco deshidratado, una o varias hernias o protrusiones, si ya paso por cirugía o no, si también tiene estenosis o espondilolistesis o cualquier cosa adicional.
– Si las pruebas físicas arrojan que alguien es intolerante a la extensión de columna, como parte de su rehabilitación deberá evitar lo más posible bajar colinas, hacer movimientos como la esfinge o cobra, y movimientos similares que le produzcan dolor en su vida diaria para poder sanar.
Independientemente de si su diagnostico es hernia de disco lumbar, síndrome facetario, tiene una fisura en alguna vertebra, presenta signos de artrosis o estenosis, o cualquier cosa adicional.
– De la misma manera, si las pruebas físicas arrojan que alguien le produce dolor la compresión axial (fuerza paralela a la columna), como el impacto vertical o por cargar pesos, deberá evitar salir a correr, cargar pesas, o hacer cualquier actividad en la que tenga que hacer un esfuerzo del tipo que lo resientan.
Independientemente de si su diagnóstico es disco deshidratado, síndrome de disco degenerativo (Por cierto, esto no existe en realidad, ya lo explicaré en otro post), si tiene una fisura en el platillo vertebral o cualquier cosa adicional.
Y así, con la rotación, la tensión, la inestabilidad y algunas otras cosas más.
¿Entonces sirven de algo las resonancias magnéticas para una lesión lumbar?
Claro que sí. Las resonancias magnéticas, son una tecnología increíble que trae muchos beneficios sin dañar a los pacientes y en el caso de una lesión de espalda baja ayudan a:
- Descartar situaciones anómalas como que un tumor en la zona estuviera provocando los dolores.
- Confirmar las observaciones de las pruebas físicas y tener aún más certeza de lo observado durante el diagnóstico inicial.
En otras palabras, podríamos decir que sirven para descartar y confirmar y no tanto para definir qué hacer para sanar.
¿Y en el caso de Mederix que da ayuda de forma remota, cómo se aplica todo lo de arriba?
No se si ya conoces mi curso, Del Dolor al Bienestar, en el que enseño paso a paso como liberarte del dolor de tu lesión de espalda baja y recuperarte para retomar todas las actividades físicas que te encantan (si no, en este enlace podrás conocer más).
Al conocerlo, mucha gente me pregunta que si lo que comparto en él les funcionará a ellos o que como es posible que ayude por internet cuando es algo que necesita una guía más personal.
Y aunque es cierto que sería mejor un diagnóstico y pruebas en persona, lamentablemente no existen muchos especialistas alrededor del mundo que conozcan el método (constantemente encuentro publicadas recomendaciones de cosas que no funcionan y la gente me escribe contando como les siguen recomendado cosas con las que nunca mejoran).
Por eso, con el objetivo de compartir el camino correcto con la mayor cantidad de gente posible, en la parte inicial de mi curso, dedico bastante tiempo a ayudar a las personas a entender mejor su lesión analizando los síntomas que tienen, como cambian durante sus actividades e incluyo la explicación detallada de cómo realizar las pruebas físicas mencionadas arriba y calificarlas. Esto les permite entender el mecanismo que los resiente (flexión, extensión, compresión, rotación, inestabilidad, etc.) y así puedan seguir todo el programa de forma “personalizada” cuidando lo que es importante para ellos y que independientemente del tejido lastimado en su espalda baja, puedan por fin comenzar a liberarse del del dolor.
Resumen y Cierre
Bueno, pues ahí lo tienes.
Las resonancias magnéticas son muy útiles, pero se deberían de usarse principalmente para descartar situaciones anómalas y confirmar lo observado en el diagnóstico clínico (observación, preguntas y pruebas físicas). Entonces:
Si tu medico solo se basó en la resonancia magnética para diagnosticar que es lo que provoca tu dolor, es muy probable que el diagnostico tenga algún error.
Si tu tratamiento lo definieron sin hacerte unas pruebas para detectar que mecanismos te provocan dolor, es muy probable que te recomienden algo que te siga lastimando y te impida mejorar.
Si tu estas en alguno de estas en alguno de estos casos, cuéntame en los comentarios de abajo.
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